Per Laura González (6è A)
Un día había unos niños jugando en el patio, y al llegar a clase les presentaron un niño nuevo que era muy guapo y parecía muy bueno. Él se sentó al lado de una niña, Andrea, para ellos la más popular de la clase. Ella, muy contenta, le dijo que era muy guapo y si quería ser su novio y él le dijo que sí.
A la mañana siguiente vino un niño nuevo que era gordo y feo, que también se sentó al otro lado de Andrea. La chica, como vio que no era guapo y era gordo, se separó de él con la mesa. En todas las clases el chico gordo y feo que se llamaba Javier le enviaba cartas a ella. Andrea rompía las cartas en su cara y las tiraba a la basura, y con su novio Daniel, el chico guapo, se reían de él.
El día siguiente Daniel, que vio a Javier hablando con Andrea, le pegó y le insultó. Andrea, al ver que era muy violento y que no se sabía comportar, lo dejó y se fue con Javier que, aunque era gordo y feo, era muy amable y simpático.
A la mañana siguiente Andrea le dijo a Javier que sí que sería su novio porque se había portado muy bien con ella. Javier le preguntó: ¿Y porqué has dejado a Daniel? Andrea respondió: Porque las apariencias engañan, yo pensaba que él era guapo, listo, amable y simpático, pero todo el contrario. Ellos dos se fueron felices y Javier, al cabo de los años, se supo comportar.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada